Tampoco es raro que en ese local haya pegado en el vidrio o en el mostrador -al estilo del Lejano Oeste-, un cartel de considerables dimensiones, en el que aparecen las fotos de integrantes del Ejército Paraguayo del Pueblo, un grupo que aparentemente pretende la revolución en el país, pero al que básicamente le adjudican varios secuestros extorisvos. Lo que pasa en torno al EPP llena páginas de diarios y minutos en laTV, sobre todo porque durante el tiempo que nosotros llevamos en la ciudad han caído en manos de la policía algunos de sus militantes. Para el gobierno, el EPP no es otra cosa que el “Enemigo del Pueblo Paraguayo”, de allí las recompensas que ofrece por información certera sobre el paradero de los tipos que aparecen en el afiche.
Paradojas de la vida: uno de los recientes secuestros del EPP tuvo como consecuencia inesperada que todo el país apareciera sembrado de banderas que al visitante ocasional llaman poderosamente la atención. En cientos de ventanas de puede ver la bandera paraguaya con el lema “Fuerza Fidel”. Claro que sin una explicación de los locales, esto se presta a una soberana confusión, pero es que se trata de Fidel Zabala, un empresario que el grupo tuvo retenido durante 90 días y cuya liberación se convirtió casi en una causa nacional.
Otro tema que los medios citan diariamente es el estado de salud del futbolista paraguayo Salvador Cabañas, baleado en México.El caso se ha convertido en una cuestión nacional y no es raro encontrarse en comercios con banderas tricolores con la leyenda “Fuerza Salvador” o con camisetas de la selección con el mismo mensaje. Es más, hasta podría decirse que la recuperación del goleador guaraní es un tema de Estado, teniendo en cuenta que el propio presidente Fernando Lugo aprovechó su estada en el país azteca para darse una vuelta por la clínica y dejarle una camiseta autografiada.
Otro descubrimiento que hicimos fue una iglesia tan o más fea que la de Santa Rosa, lo que no es poco decir. Al parecer a la hora de afear una catedral los curitas modernos no se andan con chiquitas y le sacuden sin asco a la espantosa originalidad.

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