Dos amigos decidimos animarnos a la locura. Con casi nada, salvo una enorme ilusión y muchas ganas, resolvimos que era ahora o nunca el momento de concretar nuestro sueño: recorrer el continente americano en moto. Ahí vamos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

otra vez en el pago chico

Y como todo tiene un final, al menos para mí este viaje que duró poco más de seis meses llegó a su fin. Desde el 20 de agosto estoy en mi país, en mi ciudad, en mi casa, en mi baño y en mi colchón. Desgraciadamente también estoy en mi trabajo (chiste). El viaje de vuelta me llevó poco más de 9 horas. El de ida, 180 días. Pero mamma mía!!! Que 180 días. La vuelta, a que negarlo, fue linda, porque me reencontré con muchos amigos muuuuy interesados en que desgrane los detalles de la aventura. Pero lo más grato fue el reencuentro con la familia, con mis hermanos y sobre todo con mis once sobrinos. Obviamente con mi vieja que me recibió con mi comida favorita humeando en la cocina. Ah, que grato es volver, aunque me hubiera gustado tener la suerte de mi compañero que el primero de septiembre tomó su avión rumbo a El Cairo, donde seguramente lo esperará Marita con su comida favorita humeando en la cocina.
El que salió a recibirme también fue el fresco clima. Pasar de los más de 40 del caribe a los menos de 5 en la ventosa pampa no es moco de pavo. Gracias al cielo los abundantes abrazos cariñosos mitigan todos los fríos de este mundo. Debo aclarar que no me gustó la bienvenida que me propinó “Chiquito” Gutiérrez, mi perro. El muy juna gran siete me desconoció e incluso se atrevió a gruñirme en la cara; quiero pensar que estaba reprochándome el prolongado abandono, y no el inesperado regreso.
Hace poco más de una semana que estoy en Santa Rosa, y en estos días he comido más asados que todos los comidos durante seis meses, que fueron dos. También he contado las mismas anécdotas decenas de veces, pero muy contento de poder hacerlo, porque es compartir lo vivido con los que hubieran querido hacer lo mismo y por diferentes razones no pueden. Aunque quiero decir que a partir de lo que les cuento, no pocos se están decidiendo a por lo menos ir al Machu Pichu en avión o en micro.
En estos días concurrí a un programa de televisión en Canal 3 y me han invitado a otros de radios, compromisos asumidos que pretendo cumplir, porque esos programas y esos periodistas amigos no han hecho otra cosa todo este tiempo que apoyarnos y difundir lo que estábamos haciendo.
No pensé que nuestra aventura loca pudiera sembrar tanto interés de gente desconocida. “¿Vos sos el del viaje en moto que sale en los diarios?”, fue la pregunta que ignotas personas me hicieron en distintos lugares, para luego felicitarme por el logro. Obviamente yo disfruto del privilegio de la “fama”, cosa que no podrá hacer Ramiro cuando vuelva, porque yo habré cosechado ya todos los frutos de ese reconocimiento jajajajajaja. (Bah, triste consuelo de tonto y de envidioso por no poder seguir de vacaciones como él).
Otra de las cosas que me piden conocidos y no tanto es que no dilapidemos tanta aventura y tantos lugares recorridos y plasmemos todo en un libro, cosa que no esta en nuestras mentes perversas, pero que no descartamos de plano. El tiempo dirá.

11 comentarios:

  1. che y las motos?
    ni una mención a sus rocinantes?

    ramiro esperamos tus crónicas del cairo entonces,
    abrazos
    lalo

    ResponderEliminar
  2. felicidades a ambos por motocorrer tras sus sueños. Esperamos la próxima aventura! ledys

    ResponderEliminar
  3. Felicidades a los dos!!!! Sana envidia la que habéis cosechado entre todos los espectadores de vuestro blog. Ahora esperamos vuestra próxima aventura: el libro ....

    ResponderEliminar
  4. Felicidades! Mucho gusto averlos conocido durante su aventura!! Que bueno que ya estas en casa!!

    Anet Escarlet

    ResponderEliminar
  5. Mis mas sinceras felicitaciones chicos por semejante travesía!. Por favor, somos muchos los que tenemos mucho interes también en la suerte que corrieron las motos, fundamentalmente si pueden extraer de este fantástico viaje los problemas y virtudes que notaron con las Jawas, estaremos muchos motociclistas mas que agradecidos para tomarlo como consejos y experiencias.

    ResponderEliminar
  6. Tuve la gran suerte de conocer a este par de cuates, carnales, compas, amigos acá por Chiapas, México!Me quedé con ganas de seguir disfrutando de su charla. Y es que tienen tanto que contar!Espero que en algún momento futuro de mi vida pueda repetir ese gusto de sentirlos así, como mis hermanos! Gracias por despertar en mi ese ánimo de aventurero! Dios los bendiga! Sinceramente: Heriberto Medina de Hermosillo, Sonora, México.
    PD: Ya saben que cuando quieran volver a México, acá por el noroeste tienen su casa!

    ResponderEliminar
  7. cheee.que paso con las motos que nunca las nombraron en sus relatos, un motero no hace eso.
    por fabor contestame. saludos

    ResponderEliminar
  8. Me uno al clamor popular: al menos una entrada para las motos, y que paso con ellas?

    ResponderEliminar
  9. lo vuelvo a leer y me vuelve a encantar... gran viaje, grandes historias, y exquisita escritura...

    ResponderEliminar
  10. tenía la esperanza de que se sacaran una foto con Fidel Castro pero no pudo ser!! jajaja!! abrazo a los dos!!

    ResponderEliminar