Dos amigos decidimos animarnos a la locura. Con casi nada, salvo una enorme ilusión y muchas ganas, resolvimos que era ahora o nunca el momento de concretar nuestro sueño: recorrer el continente americano en moto. Ahí vamos.

lunes, 27 de julio de 2009

Los primeros pasos

“¿Hasta dónde?”; “¡en moooooto!, ustedes están looocos”; “¡buenísimo!, me parece una idea genial, pero, de dónde van a sacar la guita?; estas fueron, a grandes rasgos, las respuestas de los amigos, no tan amigos y familiares a los que les participamos del proyecto de rodar por las rutas de Latinoamérica en moto.
Hubo de todo: sobraron los incrédulos, no faltaron los que nos miraron con resignación como diciendo, “es al pedo, estos chicos no mejoran más, pobres”; pero estuvieron sí los imprescindibles entusiastas que tomaron como propio el desafío y ya nos parece una canallada no decirles, “loco, te llevamos”.
Lo cierto es que la idea está en marcha. Si bien no hemos avanzado tanto, lo importante es que hemos avanzado y que ya nos hemos contactado con alguna gente que nos va a ayudar, otra que nos aconseja, otra que aporta para juntar fondos, y están también los que barajan posibles actividades para recaudar -incluso algunas amigas ya comenzaron a practicar en el patio de sus casas el baile del caño para futuras peñas (sin que se enteren los maridos, obviamente)-.
Pero si de algo no tenemos dudas es que del proyecto se va a enterar gran parte de la ciudad, porque en Santa Rosa somos pocos y para colmo nos conocemos bastante mucho. Lo cual no deja de ser una ventaja porque en ésta vamos a precisar de muchas manos y no pocas cabezas.
Si bien ya tenemos la decisión de comprar el modelo 300-9 de Jawa, visitamos algunas concesionarias de motos de la ciudad para que nos digan cosas de Honda y Yamaha, que nos den más motivos para seguir pensando que “las jawas” son nuestras motos.
Al parecer nuestras preguntas sobre las motos son tan básicas que los tipos de las concesionarias deben pensar “estos marmotas no tienen ni idea de lo que piensan hacer”. Seguramente tienen razón, pero cada día que pasa nos convencemos más, como ya lo dijimos antes, de que si no lo hacemos ahora no lo hacemos más.
Muestra de ese avance del que hablamos más arriba es que ya comenzamos refrescando la memoria de cómo se maneja un bólido de mediana cilindrada, gracias a los agradecidos consejos de nuestro amigo “el Luis”, quien aún conociendo lo kamikaze que somos, puso a disposición su moto para las prácticas, previo paso por la agencia de seguros. Algunas de esas imágenes serán colgadas en breve en el blog.
Queridos amigos el proyecto ya está en marcha y gracias a Dios (si es que existe), a nuestro convencimiento interno se le suma, a medida que se entera más gente, la “presión externa” para concretar la idea, por lo que ya no hay marcha atrás. Latinoamérica, allá vamos!!!


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